Cuaresma: Salir, Subir, Escuchar
Por
influencias de siglos, hemos encerrado la fé en los templos y en los ministros
y no nos atrevemos a salir de nosotros y de nuestras rutinas, para ponernos al
servicio del Reino
Hoy, como
ayer, todos experimentamos conflictos y desalientos, y con frecuencia, tomamos
la decisión de abandonar el grupo y la comunidad, sin dedicarnos a algo más
provechoso
Hoy, como ayer,
aparecen las grillas entre nosotros y aunque no causen ningún daño real, sí nos
desalientan y nos paralizan.
Leemos hoy el
relato llamado de la vocación de Abraham
La tradición
sobre la promesa hecha a Abraham, tiene origen en la época en que el pueblo vivía en
tribus y clanes. Su función es la de iluminar
y dar esperanza al sufrido pueblo del campo.
Se inserta dentro
de la tradición Yahvista que se comienza a redactar en la época de Salomón.
Abraham, y con
él el pueblo, recibe el mandato de Dios de salir
de su tierra, de su parentela y de la casa de su padre para ser instrumento de
la bendición de Yahvé para todos los pueblos.
El relato del
evangelio de Mateo que leemos hoy, está precedido por el anuncio de la muerte y
resurrección de Jesús y por la invitación de este a tomar la cruz.
Los discípulos
están pasando por una fuerte crisis; pues cuando empezaron el proceso de seguir
a Jesús todo era muy bonito: Jesús curaba a mucha gente y estaba siempre
rodeado de la multitud
La compasión
por la gente, impulsó a Jesús a valorar más la vida que la Ley, y realizó
curaciones en sábado y otras cosas que provocaron la crítica virulenta de los
escribas y fariseos.
Estos ataques
en público trajeron como consecuencia que la gente se fuera retirando de Jesús y los discípulos tuvieran miedo y se
desalentaran. Jesús y los discípulos tenían necesidad de iluminación sobre su
misión y necesitaban fortalecer la esperanza
- El relato de Mateo, que va siguiendo al de Marcos, habla más por los símbolos que por las palabras:
- El monte significa lugar de encuentro con Dios
- Moisés y Elías representan la tradición de fé que Israel recibió por medio de la Ley y los Profetas
- La nube representa la presencia protectora de Dios
- La voz es la misma que se escuchó al momento del bautismo de JesúsPodemos decir que, en un momento difícil de la misión de Jesús, para buscar la luz y fortaleza de Dios para la misión, él acompañado por los más íntimos, decide retirarse e ir al encuentro con Dios meditando las Sagradas Escrituras,
En
el encuentro con el Padre escuchan la voz: “Este es
mi Hijo amado, en quien me he
complacido; escúchenle”.
Esta experiencia aclara la identidad de Jesús y fortalece
la esperanza de los discípulos para seguirlo en la misión.
Como Abraham, tenemos que ser el pueblo de Dios,
todos con la misma dignidad, aunque con distintas responsabilidades.
Como Abraham tenemos ser un pueblo servidor
llamado a fortalecer la esperanza, más con nuestras acciones que con nuestra
palabra.
Como Abraham tenemos que ser un pueblo que sale
de sí mismo, de sus intereses, de sus templos, para ir al encuentro de los
débiles y marginados.
Como Jesús, en equipo, tenemos que meditar las
enseñanzas del Padre, y descubrir la voz que el Padre nos dirige a nosotros,
hoy
Marzo 15 del 2014
Cosme Carlos Ríos
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