Con el correr
de los tiempos hemos hecho una cantidad tal de leyes, normas y reglamentos que
resulta difícil entender como quiere Dios que vivamos.
Insistimos más
en nuestras reglitas que en lo profundo que consiste en ver y amar como Jesús y
luchar por la vida y la dignidad de la humanidad
El juez y
profeta Samuel ha conducido a los israelitas durante el sistema tribal, pero ha
visto que ese sistema justo e igualitario se está agotando y que él mismo se ha
hecho viejo.
Hay necesidad
de buscar una persona que conduzca a los israelitas y, enviado por Dios, ha
ungido a Saúl, pero se siente defraudado por sus desmanes y busca un nuevo rey.
Al
elegir al nuevo rey Samuel se fija en su buena presencia y en su estatura, pero Dios le dice: Dios no ve las cosas
como los hombres: el hombre se fija en
las apariencias pero Dios ve el corazón".
Dios elige y unge al más pequeño de la familia
para que conduzca al pueblo de Israel
Los evangelios
que leemos en la Cuaresma constituyen una Catequesis bautismal, para renovar en
la Pascua, nuestro compromiso bautismal.
Hemos acompañado
a Jesús al desierto para descartar los caminos que nos llevan por rumbos
equivocados y encontrar los caminos de Dios: La escucha de la Palabra y poner a
Dios en el centro de nuestra vida.
Con Jesús y
sus discípulos hemos ido a la montaña para meditar la enseñanza de la Ley y los
profetas y hemos oído la voz del Padre que nos ordena escuchar a su hijo amado
Junto al pozo
nos hemos encontrado con Jesús el migrante, fatigado y sediento que nos ofrece
agua viva, que valora y dignifica a la mujer.
Hoy nos
encontramos a Jesús cerca de la piscina de Siloé ante un mendigo ciego y por lo
mismo marginado.
No se trata de
un hecho histórico sino de una catequesis, Por tres veces aparece en el texto: “Lodo en los ojos, lavarse y ver”
Jesús declara
que la enfermedad del ciego no tiene que ver con el pecado del ciego ni de sus
padres, sino que constituye una oportunidad para que se manifieste la gloria de
Dios.
El ciego en un
primer momento afirma; “El hombre que se
llama Jesús. Más delante afirma que: “Es
un profeta”
Como
testimonio ante los jefes de los fariseos declara: "Eso es lo extraño: que vosotros no sepáis
de dónde es y que me haya abierto a mí los ojos. Sabemos que Dios no escucha a
los pecadores; mas, si uno es religioso
y cumple su voluntad, a ése le escucha. Jamás se ha oído decir que
alguien haya abierto los ojos de un ciego de nacimiento. Si éste no viniera de
Dios, no podría hacer nada."
Al ser interpelado por Jesús el ciego responde: “"Creo, Señor."
El mendigo ciego es ungido con lodo, es
purificado por las aguas de la piscina de Siloé y recobra la vista para
reconocer al Enviado del Padre
Ahora para el ciego lo importante no es el
cumplimiento de la Ley (observancia del sábado), sino el seguimiento de Jesús que
nos hace ver, que nos libera y dignifica.
Creer y seguir a Jesús como el ciego, significa
para nosotros revisar nuestras normas leyes y reglas para ponerlas al servicio
de la vida y la dignidad de la persona.
Creer y seguir a Jesús como el ciego, significa
para nosotros poner la misericordia como principio de nuestra acción.
Creer y seguir a Jesús como el ciego, significa
para nosotros iluminar los ojos, la mente y la conciencia de los hermanos para
que nuestra principal preocupación sea que haya vida y vida en abundancia para
todos
Marzo 29 2014
Cosme Carlos Ríos