Tomado
de José María Vigil
Para
vivir el Concilio
Responsable
CCR
DV4,2.°: La alianza nueva es
definitiva y nunca pasará. No hay que esperar ninguna otra revelación pública.
DV 10: El depósito sagrado de la
Palabra de Dios está constituido por la Escritura y la Tradición. La
interpretación auténtica de la Palabra de Dios corresponde al Magisterio, pero
éste no está por encima de la Palabra
de Dios, sino a su servicio, para enseñar puramente lo trasmitido. Tradición,
Escritura y Magisterio están unidos y se necesitan mutuamente.
DV 11: En la composición de los libros
Dios se valió de hombres elegidos, que son verdaderos autores.
DV 12: Dios habla en la Escritura por
medio de hombres y en lenguaje humano. Debe estudiarse con atención. Hay que
tener en cuenta los géneros literarios. Labor de los intérpretes, teólogos,
exégetas.
DV 13: La Palabra de Dios se expresa
en lenguas humanas, asumiendo nuestra débil condición humana.
DV 21: La iglesia ha venerado siempre
la Sagrada Escritura, como lo ha hecho con el Cuerpo de Cristo. Toda la
predicación de la iglesia, como toda la religión cristiana, se ha de alimentar
y regir con la Sagrada Escritura. Es
tan grande el poder y la fuerza de la Palabra de Dios...
DV 23: Los exégetas y los demás
teólogos investiguen... para que se multipliquen los ministros de la Palabra.
El Concilio anima a todos los que estudian la Escritura...
DV 24: La Escritura debe ser el alma
de la teología. El ministerio de la palabra, la predicación pastoral, la
catequesis... deben alimentarse de la Escritura.
DV 25: El Concilio recomienda a todos
la lectura asidua... (Cf OT 16; PO
13, 19; PC 6; AG 19).
Palabra
de Dios
Rom 15,4: La Escritura fue escrita
para enseñanza nuestra.
2 Tim 3,14-17: Todo escrito inspirado
por Dios es útil.
Jn 21,24-25: Muchas otras cosas hizo
Jesús que no pueden escribirse una por una.
Lc 1,1-4: La tarea de componer un
relato de los hechos acaecidos.
Cuestiones
para el diálogo
¿Qué datos o anécdotas conocemos sobre
el aprecio u olvido en que se tenía la Biblia antes del Concilio en comparación
con lo que ocurre hoy día? Causas de
aquella situación y causas del cambio.
1. La religión cristiana es una de las
llamadas «religiones del libro», que tienen algo así como su carta fundamental
en unas Escrituras. Sin embargo, por distintos avatares históricos, en los
pasados siglos, y hasta el mismo concilio Vaticano II, casi hubiera podido
negarse tal hecho. Diríamos que la Biblia estaba como secuestrada ante el
pueblo cristiano. Casi no se usaba. No se inculcaba su lectura y meditación.
Siglos hubo en los que se mantuvo obligadamente en latín y se prohibía su
traducción a la lengua del pueblo. Se desaconsejaba la lectura personal, por
miedo a las interpretaciones «libres» o no asesoradas. El Magisterio
eclesiástico ocupaba en la vida consciente de la iglesia un puesto de mayor
envergadura que la misma Palabra de Dios. El afán y la veneración por la Biblia
entre los católicos era sospechoso de «protestantismo ».
4. Los textos literales del Concilio
destacan la importancia que ha de tomar la Palabra de Dios en la vida eclesial.
Debe embeber la teología, la predicación, la catequesis, la homilía, la oración
comunitaria e individual... Lo recomiendan a todos y a cada uno de los
cristianos, insistentemente. Es absurdo dejar la Palabra de Dios para poner
nuestro centro en otras revelaciones o devociones.»
Examen
¿Con qué frecuencia o asiduidad leo la
Palabra de Dios? ¿Cuánto tiempo hace que no oro con ella? ¿Tenemos en casa algún estudio o comentario sobre la Biblia?
¿Tenemos más aprecio a devociones o supuestas revelaciones particulares que a la Revelación?
Adquirir una Biblia o Nuevo Testamento y algún comentario o instrumento para su estudio, si no los tengo todavía.
Arbitrar en nuestra comunidad cristiana la posibilidad de que quien quiera pueda acercarse más al conocimiento de la Palabra de Dios.
Tratar de adquirir una espiritualidad bíblica.
Por los catequistas y diferentes agentes pastorales, para que ayuden al pueblo de Dios.
Por nosotros mismos, para que aumentemos el aprecio de la Palabra de Dios.
Por todos los que cursan en los seminarios y universidades diferentes estudios bíblicos, para que sirvan después con eficacia a la comunidad cristiana.
Oración
Dios, Padre
nuestro: tu Palabra eterna acampó entre nosotros, aterrizó en nuestra historia,
asumió una cultura, se expresó en hechos concretos... La Palabra se hizo carne.
Ahora nos toca a nosotros hacer carne la Palabra. Ayúdanos. Por J. n. S.
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