En nuestra vida diaria consideramos importante a la persona que tiene bienes, negocios o dinero.
Ponemos atención a la persona que tiene un puesto en la sociedad, que aparece en los medios de comunicación o que viste con elegancia.
Consideramos importante a a las persona que llega a lo más alto posible, aunque para ello sea necesario pisotear la vida de los demás.
No damos importancia a la voz de los indígenas porque de ordinario viven alejados de nosotros.
No valoramos la voz de los campesinos porque poco o nada se atreven a hablar.
Los obreros para que su voz sea escuchada necesitan hacer manifestaciones para que se puedan conocer sus demandas y aún falta que sean atendidas.
No damos importancia a la voz de las personas que son atropelladas en su dignidad: los indigentes, las mujeres, los niños, los migrantes etc
Marcos nos presenta a Jesús de va camino a Jerusalén y por el camino va instruyendo a sus discípulos: Jesús acepta que él es el Mesías, el consagrado para una misión, pero se presenta como un Mesías que será rechazado por el poder económico, político y religioso.
Jesús comienza a hablar a sus discípulos de la cruz y esto provoca el rechazo de su mejor amigo, Pedro.
Los discípulos de Jesús eran seres humanos como los demás y con las mismas ambiciones que los demás; esto se pone de manifiesto en las discusiones que mantienen entre ellos.
“¿Quién es el más importante” refleja que no han entendido a Jesús y les da miedo preguntarle.
Con sus palabras y con sus acciones Jesús nos declara quién es el más importante: “El que quiera ser el primero, que se haga el último y el servidor de todos”
Después llamó a un niño, lo colocó en medio de ellos, lo acarició y les dijo:
–Quien reciba a uno de estos niños en mi nombre, a mí me recibe. Quien me recibe a mí, no es a mí a quién recibe, sino al que me envió.
En el Reino de Dios todos somos importantes, porque todos somos hijos de Dios, pero, como el Padre Celestial, Jesús nos enseña a valorar a los que son menos bien considerados.
Para ser realmente importantes tenemos que valorar la voz de los indígenas y los campesinos que por las condiciones de vida que llevan, demandan de nosotros ser incluídos en los bienes de nuestra sociedad.
Para ser realmente importantes tenemos que valorar y hacernos eco de la voz de los campesinos que se ven obligados a abandonar sus tierras por falta de recursos para cultivarlas, por falta de escuelas y de servicios de salud.
Para ser realmente importantes tenemos que valorar y hacernos eco de la voz los obreros que demandan empleos dignos y salarios suficientes para atender todas las necesidades de sus familias.
Para ser realmente importantes tenemos que valorar y hacernos eco de la voz de los indigentes, las mujeres, los niños, los migrantes que son atropellados en su dignidad.
Tenemos que ser la voz de los que no tienen voz
Ayer fue el día internacional de la paz
Apoyemos el movimiento ciudadano por la paz
CCR
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