Con
el correr del tiempo hemos reducido la vida cristiana a una serie de prácticas
que implican una vida recta, pero con poco compromiso en la construcción del
Reino de Dios
Recibimos
los Sacramentos de iniciación cristiana, algunos tardíamente y muy pocos
participan en grupos de Iglesia o en actividades a favor de una sociedad mejor
En
varias partes el mes de Septiembre es llamado “Mes de la Biblia” en memoria de
San Jerónimo que fue, el que por encargo del Papa San Dámaso, tradujo la Biblia
del Hebreo y el Griego al Latín.
Jesús
comenzó su ministerio con el anuncio de la cercanía del Reino de Dios,
invitando a la conversión y llamando a algunas personas para que lo siguieran.
Expresa
y directamente Jesús nunca explicó en que consiste el Reino de Dios: lo explica
en parábolas y su actuación y sus palabras nos permiten intuir lo que
anunciaba.
Rompiendo
el modelo existente y de una manera totalmente nueva Jesús llama a Dios su
Padre y muestra hacia él una profunda cercanía.
De igual
forma Jesús actúa de manera preferencial a favor de los pobres y oprimidos
transformando su situación. Se esfuerza por humanizar a las personas y a las
estructuras.
Si
es así, Jesús tiene el propósito de que Dios sea reconocido como Padre, todos
los seres humanos como sus hijos y hermanos los unos de los otros.
Para
realizar su misión, Jesús dio preferencia al proyecto del Padre y por ello
dedicó totalmente sus últimos años al anuncio y la construcción del Reino,
separándose de su familia biológica.
Jesús
realiza su misión con suprema austeridad de modo que puede exclamar: Las aves
del cielo tienen nidos, las raposas tienen madrigueras, pero el hijo del hombre
no tiene donde reclinar su cabeza.
Al
proclamar el reinado de Dios, Jesús denuncia a los que explotan, oprimen y
abusan del pueblo y por ello aceptó el rechazo, la crítica y la condena a
muerte en la cruz.
Por
ello Jesús invita a sus seguidores a que amen más el proyecto del Reino (que amen
más al Padre) que a su propia familia. Así comienzan los 10 mandamientos.
Ningún
discípulo de Jesús debería tener más de lo necesario mientras sus hermanos
pasan necesidad, por eso Jesús invita a ser desprendidos de los bienes
materiales.
El
que con Jesús quiera luchar por un mundo de amor, de justicia, de paz y de
verdad tiene que estar dispuesto a afrontar las contradicciones, críticas y persecuciones.
Necesitamos
superar las falsas imágenes de Jesús que nos lo suelen presentar como un hombre
espiritualizado, de muy bonitos discursos, pero que no insisten en actividad en
defensa de la vida y en su denuncia de las estructuras injustas
Necesitamos
recuperar el rostro humano de Jesús en el que el Padre nos muestra su rostro
misericordioso.
Necesitamos
volver a la lectura y contemplación de Jesús y de su proyecto, poniendo en
nuestras manos y en nuestro corazón el Evangelio de Jesús,
Aprovechemos
el mes de la Biblia
Cosme
Carlos Ríos
Septiembre
03 del 2016
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