Buscar y salvar lo que estaba perdido
La generalidad
de los creyentes se caracteriza por ser personas que observan una serie de
normas en particular las que se relacionan con el culto. Es poco frecuente que
el creyente haga gala de su compasión y de su preocupación por los alejados.
Poco nos interesa
buscar y salvar lo que creemos perdido
Recientemente
algunos pastores de Iglesia están mostrando, con hechos y palabras la práctica
de la misericordia con los más desamparados
El libro de la
Sabiduría es el último de los libros del AT, escrito por un judío de
Alejandría, hacia el año 50 a.C.
Los judíos en
Alejandría (Egipto) pasaban de los 200 mil y muchos habían renunciado incluso a
su fe, para evitar ser marginados de la sociedad de cultura griega.
En este libro,
el autor se preocupa por presentar la fe y la sabiduría de Israel en términos
adecuados a la civilización griega y en su misma lengua.
La sabiduría
es un don de Dios que ofrece él sin excepción a todos los hombres. La lectura
de hoy es una bella oración meditativa sobre Dios.
El tema del
libro es profundo y desafiante. Merece la pena prestarle atención, para no
quedarnos en una fe acrítica, repetitiva y fundamentalista.
Hoy nos
presenta Dios que se compadece de todos, y aparta los ojos de los
pecados de los hombres para que ellos se conviertan.
Jesús de Nazaret está en la recta final de su viaje a Jerusalén y en
su paso por Jericó se encuentro con Zaqueo, cobrador de impuestos, hombre muy
rico, pero despreciado por el pueblo.
Zaqueo busca una experiencia diferente: Quiere conocer a Jesús, pero
su baja estatura no se lo permite, por lo que, exponiéndose al ridículo, se
sube a un sicomoro.
Jesús levanta la mirada hacia Zaqueo y le pide que baje de ahí para
que lo aloje en su casa. Zaqueo baja y lo recibe con alegría.
El evangelista Lucas es el mago de los contrastes y nos presenta la contrastante
reacción de la gente, que murmura porque Jesús se ha ido a hospedar en casa de
un pecador.
Ante Jesús, Zaqueo
muestra su deseo de conversión al proyecto de Jesús: Su preocupación por la
justicia y su opción por los pobres.
Jesús
manifiesta que la salvación ha llegado a esa casa porque El ha venido a buscar
y a salvar lo que estaba perdido.
Seremos
auténticos creyentes en la medida en que renunciemos a ser jueces de las
personas que no son tan observantes como nosotros.
Seremos
auténticos creyentes en la medida en que seamos capaces de comprender a los que
no son tan observantes y las causas o motivos que han influído en su manera de
ser.
Seremos
auténticos creyentes en la medida en que como Jesús iniciemos un proceso para
buscar y salvar a los que consideramos perdidos.
Cosme Carlos
Ríos
Noviembre 02
del 2013
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