SEGUIR A JESÚS, EL CRUCIFICADO
Para comprender qué significa que Jesús
Mesías es rey, en lugar de leer el evangelio hemos puesto la mirada en lo que
sucede en los palacios
Otras veces, con el pretexto de que
Jesús es el rey del universo, hemos intentado someter una buena parte de
nuestro mundo a nuestros caprichos, o a nuestros
El culto que rendimos a Jesús es un
culto triunfalista y por ello nos esforzamos por celebraciones que resalten
esta imagen de rey, tan distante de lo que fue Jesús
El primer libro de Samuel cuenta que la
gente pide al profeta: Danos, un rey para que nos juzgue, como todos los
pueblos».
La función principal del rey era
administrar una verdadera justicia en favor de los más indefensos, único medio
para asegurar el bienestar de todos dentro de la comunidad.
Debía ser, ante todo, un esfuerzo de
ayuda en favor del débil, un volcarse en bien de los más necesitados.
El salmista, hablando del rey ideal,
dice así: «Que él defienda a los humildes del pueblo, socorra a los hijos del
pobre y quebrante al explotador». La
sensibilidad o preocupación por la justicia social constituía, la piedra de
toque del verdadero rey.
La primera lectura de hoy nos presenta
David como el modelo del verdadero rey y lo confronta con la actuación de Saúl
y del mismo Salomón
David es el rey que hace alianza con
los jefes de las tribus, el que conduce y es pastor de Israel
El
evangelio nos presenta a Jesús en la cruz, por haber pasado su vida
defendiendo la causa de los indefensos, de los oficialmente pecadores, de los
habitantes de la periferia de la vida.
Jesús es objeto de burla por parte del
pueblo, de las autoridades judías y aún de parte de uno de sus compañeros de patíbulo.
En la cruz Jesús muestra la
misericordia llevada hasta el extremo y fortalece la esperanza de un criminal
arrepentido.
La segunda lectura de hoy nos dice que
en Jesús, Dios quiso reconciliar todas las cosas.
Jesús es el que gobierna entregando la
vida por los débiles y marginados, por las víctimas. Jesús es el que hace
alianza con los demás para que el pueblo tenga alimentación, salud y justicia
social para todos.
Jesús es el que fortalece la esperanza;
el que es instrumento de reconciliación.
Seguir a Jesús nuestro rey, hoy,
significa para nosotros trabajar por la vida de los débiles y marginados: Madres
solteras, drogadictos, alcohólicos etc., por las víctimas de la violencia y el
crimen organizado.
Seguir a Jesús nuestro rey, hoy,
significa para nosotros hacer alianza con otros para que todos en nuestro pueblo
tengamos alimentación, salud y justicia
social.
Seguir
a Jesús nuestro rey, hoy, significa para nosotros ser instrumento de
reconciliación y gente que fortalece la esperanza.
CCR
Noviembre 23/2013
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