Decidir
en asamblea y de forma incluyente
En
nuestras comunidades, por lo general, las decisiones importantes las toman los
clérigos y casi siempre sin tomar en cuenta el parecer de los demás. Rarísimas
veces, las decisiones se toman en asamblea.
Las
normas que nos rigen suelen ser más prohibitivas que propositivas y por lo
mismo excluyen a las personas, más que incluirlas.
Ordinariamente
reducimos la presencia de Dios al templo y aunque afirmamos que Dios está en
todas partes, nos cuesta trabajo hacer oración, leer la Biblia o celebrar la
Misa en otro lugar.
Pablo
y Bernabé, enviados por la comunidad de Antioquía de Siria, han ido anunciando la Buena Nueva de
Jesús muerto y resucitado a personas que no son judías, y estas personas que
han aceptado la buena Nueva se están reuniendo en comunidad.
Al
regresar a la comunidad de Antioquía cuentan su experiencia y cómo, el Resucitado
ha abierto la puerta a los gentiles.
Algunas
personas más adictas al judaísmo, insisten que los nuevos creyentes tienen que
circuncidarse conforme a la ley de Moisés, a lo que Pablo y Bernabé se oponen.
Esto
ocasionó grande turbación en la comunidad por lo que decidieron que Pablo y Bernabé
junto con algunos de ellos subieran a Jerusalén para tratar esta cuestión con
los apóstoles y los presbíteros.
En Jerusalén la decisión se tomó en una asamblea
y decidieron: Fue el parecer del Espíritu
Santo y el nuestro no imponerles ninguna otra carga fuera de las
indispensables: que no coman carne sacrificada a los ídolos, ni sangre, ni
carne de animales sin desangrar y que se abstengan de relaciones sexuales
prohibidas
A los cristianos perseguidos por seguir al Resucitado,
el autor del Apocalipsis les presenta la gloria que espera a la Iglesia, la
nueva Jerusalén, engalanada como la novia, la esposa del Cordero Resucitado.
La identidad del cristiano es amar como Jesús nos
amó. Hoy Jesús insiste en el cumplimiento y no la mera aceptación del
mandamiento.
Y la novedad es que el Padre y Jesús vendrán y
harán su morada en aquel que cumple el mandamiento de Jesús.
Jesús promete a los creyentes el don del Espíritu
Santo que será el que complete para nosotros toda la enseñanza de Jesús y nos
lo recuerde todo.
Jesús nos da la paz, que no es simplemente la
ausencia de guerra, sino que es : Bienestar
completo, satisfacción, armonía, todo lo que es fruto de la BENDICIÓN de Dios; es
como decir "que todo le vaya bien.
Vivir la experiencia de Jesús resucitado
significa para nosotros conocer las
necesidades y problemas de nuestra comunidad, tomar conciencia de
nuestra responsabilidad, aportar nuestra propuesta sin absolutizarla, valorar
las opiniones de los demás: sumar esfuerzos y no dividir.
Vivir la experiencia de Jesús resucitado
significa para nosotros descubrir que Jesús y el Padre viven en aquellos que
aman como Jesús nos amó.
Vivir la experiencia de Jesús resucitado
significa para nosotros fortalecer la esperanza de que los problemas y
conflictos tienen solución y que el Resucitado tiene para nosotros un mundo de
felicidad.
Vivir la experiencia de Jesús resucitado
significa para nosotros vivir y construir la paz, basada en relaciones justas y
humanas con la familia, con los vecinos, con los diferentes y con la
naturaleza.
CCR
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