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sábado, 2 de febrero de 2013


Fidelidad a la Misión

A pesar de la discriminación y el conflicto

Cuando las mujeres participan en la misión de la Iglesia muchas veces son discriminadas y rechazadas a causa de su condición de mujeres.

Cuando los laicos, como parte de su misión, realizan la Celebración de la Palabra o llevan la Eucaristía a los enfermos muchas veces son criticados y en ocasiones rechazados.

Cuando los Sacerdotes, en fidelidad a su misión tocan temas sociales y políticos, son rechazados porque se les niega el poder intervenir desde la fé en esos asuntos relacionados con el bien de la persona y de la comunidad.

Recientemente han aumentado los ataques en contra de las Casas del Migrante y de sus responsables y ha aumentado la agresión en contra de los Defensores de los Derechos Humanos.

 

Las reformas emprendidas por el rey Josías centralizaron el culto en el templo de Jerusalén dejando sin empleo a los sacerdotes de las aldeas o confiándolos en Jerusalén ministerios de segunda categoría. Tal parece ser el caso de jeremías de los sacerdotes de Anatot

Por la misma época, Babilonia ha ido surgiendo como un nuevo imperio que amenaza a Israel. El rey de Judá, el ejército y los dirigentes de la clase sacerdotal han decidido enfrentar a Babilonia apoyándose en Egipto.

Considerando que Judá, aún aliada a Egipto no tiene las fuerzas necesarias para enfrentar a Babilonia, Jeremías propone un sometimiento estratégico al imperio que impediría un gran derramamiento de sangre.

Los jefes de Judá se apoyan en la confianza de que Jerusalén y el templo son inviolables y en que la descendencia de David permanecerá para siempre.

Jeremías lucha por deshacer las falsas seguridades de los grandes y por ello vivirá permanentemente el conflicto, hasta el grado de ser arrojado en una fosa sin agua.

El relato de la vocación de Jeremías resalta la promesa de Dios: Yo te pongo hoy como ciudad fortificada, como columna de hierro, como muralla de bronce, para que te enfrentes a todo el país de Judá: a sus reyes, a sus jefes y sacerdotes y al pueblo en general. Ellos te harán la guerra, pero no te vencerán, porque yo estaré contigo para protegerte.

Hasta el final, Jeremías permanecerá fiel a la misión, a pesar del enfrentamiento y el conflicto

 

 

Jesús ha participado en la sinagoga de Nazaret leyendo el texto del profeta Isaías, pero en su lectura ha suprimido el texto que habla de un Dios vengador: “Este es el tiempo para vengarse de nuestros enemigos”.

Además, Jesús ha proclamado que en ese momento en que lee, se cumplen las profecías anunciadas y recuerda que la acción de Dios va más allá de las fronteras de Israel, y lo hace recordando a los profetas Elías y Eliseo.

Los nazaretanos, pueblo creyente, fanático y que se siente dueño de Dios, rechaza al Nazareno ungido y enviado por el Espíritu del Señor, porque es pequeño, es el hijo de José.

Jesús decide retirarse de Nazaret y aunque, a partir de ahí le acompaña el conflicto, permanecerá fiel a la misión hasta morir en la cruz.

 

Ser fieles a la misión de Jesús implica para nosotros valorar y animar a las mujeres para que se mantengan firmes a la misión por encima del rechazo y la discriminación.

 Ser fieles a la misión de Jesús implica para nosotros valorar y animar a los laicos que además de su trabajo diario, realizan Celebraciones de la Palabra y se dan tiempo para acompañar a los enfermos en su dolor.

Ser fieles a la misión de Jesús implica para nosotros valorar y animar a los Sacerdotes que se esfuerzan por construir un mundo más justo y humano y apoyan las causas de los más débiles y desamparados.

Ser fieles a la misión de Jesús implica para nosotros valorar y animar a los que laboran en las Casas del Migrante y a los Defensores de los Derechos Humanos

CCR

 

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