Mucha
gente no lee el Apocalipsis porque no le entiende y muchos otros porque les da
miedo la cantidad de monstruos que aparecen en él.
Hay
dos formas de hablar: una la que suele usar la gente que tiene estudios y que
exige el uso de la inteligencia y otra la forma en que habla el pueblo que se
expresa utilizando mucho la imaginación valiéndose de comparaciones y símbolos.
Podríamos
decir entonces que el libro del Apocalipsis es como un libro de monitos que nos
va hablar más con imágenes que con las ideas directas. Por lo tanto hay que
descifrar las imágenes.
El
Apocalipsis fue escrito por el año 95 en un ambiente en que las pequeñas
comunidades de seguidores de Jesucristo eran perseguidas por el poder total del
imperio romano.
El
imperio romano rendía culto a muchos dioses y también al emperador y así se
legitimaba una sociedad de desigualdades y de esclavitud.
Los
seguidores de Jesús proclaman que hay un solo Dios Padre y que hay un solo
Salvador, Jesús: que todos somos hermanos y que Dios está en contra de una
sociedad idólatra y de desigualdades.
Apocalipsis
significa Revelación o sea quiere
quitar el velo que impide a los seguidores de Jesús ver que en el rigor de la
persecución, Jesús resucitado está en medio de ellos.
Los
intelectuales no dan mucha importancia a las imágenes y por lo mismo no logran
entender lo que el autor quiere comunicar, mientras que el pueblo descifra muy
bien el mensaje pues está acostumbrado a las imágenes
He
visto a niños que no saben leer y que me explican una historieta de
caricaturas. Con el Apocalipsis sucede algo semejante
La
imagen que nos daría el sentido básico del Apocalipsis sería la de la mujer y el dragón, que representa la
lucha entre el bien y el mal y en el caso concreto: la lucha de las pequeñas
comunidades cristianas contra el imperio romano devorador.
Las
imágenes feas representan la amenaza que están viviendo las pequeñas
comunidades.
Las
imágenes bonitas representan la forma en que el autor fortalece la esperanza de
los seguidores de Jesús, la forma en que comunica consuelo y alegría en medio
de la lucha.
El
enemigo de la comunidad, el imperio, no descifra las imágenes porque no las
entiende y de esta manera el que escribe y sus lectores no sufren represalia
por esto que dicen.
Las
imágenes son comprendidas por las pequeñas comunidades porque forman parte de
su lenguaje diario.
El
Apocalipsis nos habla del pasado, pero no para que nos quedemos soñando, sino
para que nos esforcemos por convertir en realidad ese sueño.
Comprender
el Apocalipsis requiere una actitud contemplativa pues sólo mirando a fondo se
percibe el rostro de Jesús Resucitado en medio de la tormenta de la persecución.
Comprender
el Apocalipsis requiere apropiarnos del lenguaje del pueblo, descifrar las
imágenes, comparaciones y símbolos.
Comprender el Apocalipsis requiere tomar conciencia de las dificultades y problemas, críticas y persecuciones que vivimos hoy, en las pequeñas comunitades y sacar del Apocalisis luz y fuerza para continuar la misión
Iniciemos
la lectura. Se aceptan preguntas, dudas comentarios, réplicas etc.
CCR
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