Cuaresma: tiempo
de evaluar y de fortalecer la Esperanza
El trabajo por
la paz con justicia, signo del Reino de Dios, trabajo por un mundo mejor, un mundo
de justicia, un mundo de solidaridad, un mundo donde haya vida digna para todos, implica
enfrentar el poder económico, el poder político y aún el poder religioso pues estos
son casi siempre los que cometen
injusticias y oprimen al pueblo.
La reacción ordinaria
de estos poderes es malinterpretar el proyecto de paz, el crear desconfianza
hacia los que luchan por la paz con justicia, criticar y aún agredir a los que
trabajan por la paz con justicia, todo lo cual propicia el desaliento y la
sensación de fracaso.
Hace falta reflexionar
y evaluar lo que estamos haciendo, para
mantener el rumbo correcto, hace falta revisar los caminos que estamos
emprendiendo, así como las acciones que estamos realizando. Hace falta revisar
los motivos por los que estamos luchando
Jesús inició su
ministerio atrayendo a mucha gente que descubría en su vida y en su palabra la
Buena Noticia del Padre; por ello lo seguía mucha gente. Pero, la compasión de
Jesús por el pueblo lo impulsó a realizar obras que iban en contra de lo que el
sistema religioso judío permitía.
No permitía,
tocar a un leproso, prohibía realizar muchas cosas en sábado, ordenaba muchas
purificaciones que la gente no podía realizar por la falta de agua. Jesús,
preocupado más por la vida, que por las enseñanzas del sistema, puso las manos
sobre un leproso, curó en sábado y no exigió a sus discípulos que observaran algunas
leyes de pureza.
Todo esto
molestó a los maestros de la religión judía, representantes oficiales de la
misma, que lanzaron críticas y
habladurías contra el Maestro de Nazaret, provocando que el pueblo
se retirara de JeEssús y los discípulos, se desanimaran y se sintieran
como fracasados.
Por otra parte,
viendo Jesús, cómo va creciendo el ambiente en su contra, toma conciencia de que El, como algunos profetas, será llevado a
la muerte por el poder en turno: Anuncia a los discípulos su Muerte y
Resurrección, lo que aumenta el pánico y la desilusión sobre todo de los más
cercanos.
Para Jesús se
impone reflexionar, evaluar ante Dios el camino, para avanzar con mayor
seguridad; por ello Jesús los invita a la montaña, el lugar de encuentro con
Dios, para profundizar juntos, comunitariamente, el proyecto del Reino, y
hacerlo a la luz de los Profetas (Elías) y de la Ley (Moisés).
El encuentro es
muy emotivo: los discípulos ven a Jesús con ojos nuevos: El Padre confirma a
Jesús como el Hijo amado y esto lo motiva a continuar con su misión.
Sin embargo Pedro
preferiría quedarse en el encuentro con Dios, pero Jesús le dice que hay que
bajar para proseguir el camino.
Con esta
experiencia de encuentro con el Padre ellos tienen más claridad sobre el
proyecto de Jesús y su esperanza los hará capaces de vencer el miedo, las
desconfianzas, las críticas y el temor al fracaso. Aunque tendrán que vencer la
tentación del miedo y la desilusión
Ante la
situación de violencia y de inseguridad pública,
muchos de nosotros nos hemos quedado paralizados, hemos dejado de luchar por la
paz con justicia. El miedo, la desconfianza, la crítica y el fracaso nos mantienen
encerrados y voluntariamente aislados.
Es tiempo de romper el aislamiento, es tiempos de salir del encierro, es tiempo de vencer el miedo. Es tiempo de encontrar nuevos caminos.
Es tiempo de volvernos a encontrar, y
encontrarnos nuevamente con el proyecto de Jesús: El Reino de Dios. Es tiempo de escuchar la Palabra del Hijo
amado del Padre. Es tiempo de
fortalecer la esperanza.
¿Dónde, cómo, cuándo, con quiénes nos
reuniremos para ver con más claridad el proyecto del Reino y fortalecer nuestra
esperanza
No hay comentarios:
Publicar un comentario