Jesús
defiende la vida y lucha contra el sufrimiento
Hoy,
como ayer, hay muchas personas y grupos religiosos que pretenden imponer por la
fuerza su propia manera de ver a Dios y de vivir su fe.
De
acuerdo con el Consejo
Nacional para la Prevención Contra Accidentes, las principales
causas de muerte en México se han mantenido constantes
durante el año 2013: Diabetes,
Enfermedades del corazón, Enfermedades cerebro vasculares, Cirrosis y otras
enfermedades del hígado, Enfermedad pulmonar, Hipertensión, Enfermedades
respiratorias, Nefritis y VIH.
La
Organización mundial de la salud, en base a datos del 2014 señala como factores
de riesgo el alcohol, el tabaco, la nutrición, el sobrepeso y la obesidad.
En la época en que se redacta el libro
de Job está presente la teología de la retribución, que afirma que Dios a los
buenos les da bienes y a los malos males. El libro de Job constituye una protesta con esta clase de teología
Hoy el libro de Job nos lo presenta
sumido en un gran sufrimiento. Delante de sus amigos desnuda su corazón, su
desilusión. Ellos no pueden comprender la queja de su amigo ni acompañarlo
plenamente en su dolor.
El grito de Job está presente en la
vida diaria de muchos hombres y mujeres en todos los rincones del planeta, que
enfrentan una vida de lucha y dificultad.
Job compara su existencia con la vida
de un «mercenario»; mercenario es quien vende su lucha, que libra por dinero
causas que no son suyas, y se fatiga por empresas que no ama.
Lo importante del libro de Job no son
sus «datos históricos» ni las respuestas
de tipo explicativo que quisiera dar sobre el dolor humano sino la sabiduría
que encierra en sus reflexiones: Dios no
es el autor del mal y del sufrimiento.
Jesús en el evangelio de Marcos entra
en la vida de las personas, es uno de ellos en
su cotidianidad. Hoy, acompañamos a
Jesús con Simón y Andrés a la casa de Pedro.
Allí se encuentra con una anciana
enferma, la suegra de Pedro, Jesús se acerca, la toma de la mano y la levanta.
La fiebre, es símbolo de un mal
peligroso para todo el que quiera ser discípulo de Jesús: el fanatismo violento,
la convicción de que la fe puede y debe imponerse por la fuerza
Un gesto muy simple como es el
acercarse, y tomar de la mano hace el milagro de recuperar a esta mujer, que no
sólo recupera su salud, sino su capacidad de servicio.
Al atardecer muchos vinieron a
buscarlos, y relata el evangelista que Jesús continuó sanando. La práctica de
curación, la lucha contra el mal, es decir, la praxis liberación del ser
humano... es la práctica habitual de Jesús.
Con sus hechos y palabras, Jesús
presenta a Dios como el autor de la vida y de la salud, por ello a nosotros los
creyentes nos corresponde luchar contra todo lo que daña la vida y la salud y
trabajar, como Jesús para que haya vida y salud.
Luchar contra el mal, no quedarse de
brazos cruzados o ensimismado en los propios asuntos, cuando vivimos en un
mundo con las cifras escalofriantes de pobreza, de miseria y de violencia que
hoy padecemos, es nuestra misión.
Seguir a Jesús hoy, significa acercarnos, tender la mano y levantar a todas
las víctimas del dolor y del sufrimiento, en especial porque el día 11 se
celebra el día mundial del enfermo.
Seguir a Jesús hoy significa luchar
contra el fanatismo de muchos de nosotros los católicos, que queremos imponer a
otros por la fuerza, la fé que profesamos.
Seguir a Jesús hoy significa luchar
contra los factores de riesgo para la salud: la adicción al tabaco y al alcohol
y el desorden en el comer que nos lleva al sobrepeso.
Seguir a Jesús hoy significa luchar para
hacer más llevadera la vida de las personas con enfermedades crónicas.
Seguir a Jesús hoy significa luchar para
encontrar caminos de salud alternativos (otra
forma de cuidar la salud) que ayuden a las personas más pobres en su
enfermedad. O sea impulsar la medicina natural
Cosme Carlos Ríos
Febrero 07 2015
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