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sábado, 6 de diciembre de 2014

El Señor está cerca
Preparemos el camino de la justicia,
la misericordia y la solidaridad

En nuestro México hay muchas cosas torcidas: La injusticia en la mala distribución de los bienes que afecta de modo particular a los más débiles, la corrupción, porque vivimos la cultura del soborno que pervierte la justicia.
Nos falta conciencia del dolor ajeno y de nuestra responsabilidad ante ello, nos falta misericordia y solidaridad, nos falta unidad y organización.
Nos sobra el individualismo, el egoísmo, ansias de fama y de poder, nos sobra una competitividad que se logra aplastando al otro.

Tomamos la primer lectura del segundo Isaías que actuó en la época del destierro en Babilonia: El pueblo está desunido, desorganizado y ha perdido la esperanza de que su situación mejore.
Isaías, atento al acontecer del mundo ve en el surgimiento de Ciro rey de los persas, la oportunidad de levantar el ánimo de los desterrados para posibilitar el retorno a la patria.
Los consuela, les hace ver que ha terminado el cautiverio, les invita a preparar el camino para hacer posible una nueva situación: Hay que enderezar, hay que rellenar y hay que allanar lo que anda mal.
Por primera vez, en la Escritura, Marcos usa la palabra “Evangelio”: Buenas noticias, mensaje de consuelo y esperanza. Esa buena noticia es Jesús de Nazaret.
Marcos nos presenta a Juan el Bautista como el que prepara el camino para la llegada de Jesús de Nazaret.
Juan realiza un signo: el bautismo de agua, que al realizar la purificación física,  invita a una purificación, a un cambio de vida,  a una conversión.
Anuncia la llegada de uno mayor que él que es quien bautizará con el Espíritu Santo.
El estilo de vida de Juan, austero en la comida y en el vestido es una denuncia profética contra el exceso en la comida y el lujo de las clases importantes.

Preparar el camino del Señor implica para nosotros luchar contra la injusticia y la corrupción, buscando la unidad y la organización para encontrar los caminos adecuados.
Preparar el camino del Señor implica para nosotros estar al pendiente del acontecer del mundo sobre todo del dolor de los más pequeños y descubrir la responsabilidad que nos compete.
Preparar el camino del Señor implica para nosotros unirnos y organizarnos para hacer posibles la misericordia y la solidaridad.
Preparar el camino del Señor implica para nosotros luchar para que se conozcan y se respeten la dignidad y los derechos humanos de toda persona.
10 de Diciembre, día de los Derechos Humanos
Diciembre 06 del 2014

Cosme Carlos Ríos

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