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sábado, 18 de octubre de 2014

La misión consiste en anunciar el Reino de Dios
Con mucha frecuencia los creyentes hemos reducido la misión al discurso sobre las enseñanzas del Señor Jesús, pero sin considerar como parte de la misión la práctica de la justicia y de la misericordia.
Hemos reducido la acción misionera a unas cuantas personas elegidas con dotes especiales y dejando al resto sin participación en la misión.

El tercer Isaías nos hace ver que el templo que ahora está en ruinas, será convertido en casa de oración para todos los pueblos, ahí se instaurará un culto genuino en un templo universal, donde todos tengan acceso y cabida.
Se pretende derogar así el particularismo de la antigua legislación y entronizar en la nueva comunidad un espíritu de apertura capaz de abrazar a cuantos gimen por una plena liberación.
Esta apertura universalista, que modifica las restricciones impuestas por la Ley, comienza a eliminar las barreras de un nacionalismo demasiado estrecho.
El texto del Evangelio de hoy constituye la parte final del Evangelio de Mateo.  El Evangelio habla muy brevemente de las apariciones de Jesús resucitado
Para la Iglesia primitiva, este hecho tan importante y misterioso debía ser proclamado y demostrado por la actuación del Espíritu en las comunidades cristianas.
La Iglesia que habla bien de Cristo resucitado no es una Iglesia poderosa que dispone de buenos medios de propaganda, sino una Iglesia resucitada.
La misión que Jesús confía a los discípulos consiste en:
·                       Seguir haciendo discípulos (Los que aprenden a vivir a la manera de Jesús)
·                       La señal externa para ser parte de la comunidad es el Bautismo.
·                       Y la práctica de los valores del Reino, sobre todo la misericordia y la justicia será la enseñanza perene de los seguidores del Resucitado.
Seremos en verdad Iglesia de Jesús que continúa su misión, si más allá de anunciar al Resucitado, trabajamos en la construcción del Reino, de la misericordia, la justicia y la paz
Seremos en verdad Iglesia de Jesús que continúa su misión, si hacemos conciencia, con hechos y palabras de que la misión es una tarea de todos los que nos llamamos discípulos del Resucitado y no sólo de unos cuantos
Cosme Carlos Ríos
Octubre 18 de 2014




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