No tengan miedo
En las últimas
semanas me he enterado de personas secuestradas: algunas, extorsionadas y
maltratadas, han pagado rescate y están en libertad, otras continúan
desaparecidas sin ninguna información.
Ante esta
situación es misión de los creyentes, acompañar, apoyar y consolar a las
víctimas; pero asimismo nos corresponde construir la paz que sólo se obtendrá
mediante el restablecimiento de la justicia.
Tenemos que
acompañar a las víctimas para exigir que se haga justicia y además de eso, como
constructores de paz, nos corresponde organizarnos para reclamar a la autoridad
y apoyarla en su tarea de justicia.
El miedo a
comprometernos, el miedo a que nos pase algo, la desconfianza en los demás, nos
llevan a encerrarnos y paralizan nuestra misión: Hay que vencer el miedo. Esto
lo exige nuestra fé en Jesús.
El profeta
Jeremías vivió la experiencia del antes, durante y después de que el pueblo de
Israel fuera deportado a Babilonia tras ser derrotados por los babilonios.
Los jefes de
Israel, la casa real, la clase sacerdotal, el ejército y gran parte del pueblo,
a pesar de ser un pequeñísimo reino decidieron enfrentar al poderoso imperio
babilónico.
Pusieron su
seguridad en que los descendientes de David permanecerían siempre en el trono,
en que el Templo de Dios era inviolable y la ciudad de Jerusalén (Ciudad de
Dios) era indestructible
Jeremías, un
hombre pacifista, por encima de su miedo, se opone a una guerra que ocasionará un gran
derramamiento de sangre y por ello es acusado y agredido por los judíos amantes
de la guerra.
En medio de
esta situación Jeremías exclama: “Maldito el hombre que confía en el hombre.
Bendito el hombre que confía en el Señor.
Los lectores
originales del Evangelio de Mateo eran personas de origen judío, que, por los
acuerdos tomados en la asamblea de Jamnia hacia el año 80, fueron expulsados,
atemorizados, y perseguidos por la religión judía reformada.
El capítulo 10
de Mateo, en el comienzo, nos refiere que Jesús reunió y eligió a los Doce y
los envió a una misión. Desde el principio los previene que hay la posibilidad
de que sean rechazados.
Les advierte
que su misión es como irse metiendo en la boca del lobo como corderitos, pero
les ordena que no tengan miedo porque tienen un valor grande ante el Padre.
Jesús, por tres veces les repite la advertencia “No tengan miedo”.
Si de veras creemos en Jesús en la realidad de hoy,es necesario que
venzamos el miedo para realizar nuestra
misión de acompañar, apoyar y consolar a las víctimas.
Si de veras creemos en Jesús en la realidad de hoy tenemos vencer el
miedo y entender que la lucha contra la inseguridad y contra el crimen
organizado no la podemos realizar en solitario sino unidos y organizados,
Si de veras creemos en Jesús en la realidad de hoy tenemos que entender que la lucha corresponde
en primer lugar a la autoridad pública, y que nosotros tenemos derecho y deber
de exigir justicia y de apoyar las iniciativas de la autoridad pública y para
ello tenemos que vencer el miedo.
Tenemos que poner nuestra confianza en Dios, en las demás víctimas, en
la sociedad y en la unidad y organización del pueblo.
Cosme Carlos Ríos
Junio 21 del 2014
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