Llamados
a participar en la misión de Jesús
Entre nosotros hay personas que quieren colaborar
en la obra de la comunidad cristiana, pero buscan privilegios o tener la
oportunidad de mandar.
Hay algunos que creen que en la caja de la
comunidad hay un patrimonio del que ellos se pueden beneficiar, y hay muchos a
los que les gustaría colaborar pero sólo de vez en cuando.
Hay algunos que dicen estar dispuestos a
colaborar pero cuando tengan tiempo, cuando ya no tengan responsabilidades con
los hijos,
El profeta Elías es uno de los primeros profetas
de la Biblia, se caracteriza por ser un fiel defensor de la fidelidad a Yahvé,
el Dios de los oprimidos, el Dios de la liberación, el Dios de la alianza.
El texto nos manifiesta que Elías está a punto de
terminar su misión, pero la lucha y la misión continúan; por lo que hay que
buscar a la persona y comunidad que la continúe. Por eso Dios le encarga que
busque a Eliseo para participar en la misión.
Como casi todos los llamamientos proféticos, el
llamamiento de Eliseo está acompañado por un gesto externo:
A Eliseo, Elías le echó el manto encima; es un
gesto un poco enigmático, pero su sentido está claro: se trata del llamamiento
al ministerio profético, ya que a partir de ese momento Eliseo lo abandonó todo
y siguió a su maestro Elías.
Eliseo abandonó sus campos, sus yuntas y su familia
y entró al servicio de Elías.
Este abandono y ruptura con el pasado están bien
simbolizados por el sacrificio de su pareja de bueyes, sacrificio celebrado en
compañía de su gente como acto de despedida.
Lucas presenta toda la sección (9.51-19.27) dentro
del marco del último viaje de Jesús, de Galilea a Jerusalén.
Es el viaje de Jesús hacia el cumplimiento
definitivo de su misión por medio de la muerte y la resurrección.
Nos encontramos con dos episodios; en el primero:
Jesús, que necesita hospedaje porque va de viaje a Jerusalén, recibe una
negativa por parte de los samaritanos.
El continúa su camino.
En el segundo momento Lucas reúne tres episodios
para ayudarnos a comprender el llamado a seguir a Jesús.
La primer persona, por su propia voluntad, se
ofrece a seguir a Jesús, pero por la respuesta de Jesús, podemos deducir que
Jesús descubre que esta persona buscaba beneficios materiales y que Jesús, que
no tiene donde dormir, no se los puede ofrecer.
A la segunda persona la llama el mismo Jesús,
pero, por la respuesta, podemos deducir que pretende seguir a Jesús, pero más
tarde.
Conociendo a Jesús, es obvio que el padre aún no
estaba muerto, (no va con el corazón de Jesús); significa que Jesús le dice:
“Sígueme ahora”.
La tercer persona también se ofrece a colaborar
con Jesús, pero igualmente, la respuesta de Jesús nos ayuda a entender que esta
persona quiere seguirlo, pero a medias.
Seguir a Jesús hoy significa para nosotros luchar
por la vida, por la justicia y por la paz sin esperar recompensas materiales o
privilegios.
Seguir a Jesús hoy significa organizar nuestra
vida de modo que hoy, y no después, nos demos tiempo para vivir y ayudar a
vivir la misericordia, la compasión y el compartir.
Seguir a Jesús hoy significa vivir los valores de
Jesús no sólo en el templo y en las actividades de Iglesia, o en algunos
momentos significativos, sino en toda nuestra vida
Felicidades a mis colegas que recibieron el
Sacramento del Orden Sacerdotal un 29 de Junio
No hay comentarios:
Publicar un comentario