Testamento
de Jesús: Sus últimas palabras
Padre,
perdónalos porque no saben lo que hacen
Muchas
personas han ofendido a Jesús hasta llevarlo a la cruz: De los discípulos, uno
lo ha entregado y los demás lo han abandonado en el trance más difícil.
Las
autoridades, los sumos sacerdotes y los encargados de enseñar al pueblo las
cosas de llenos de rencor por la dura
crítica que Jesús les ha hecho, toman la decisión de condenarlo a muerte.
Pilatos,
para no perder el poder, presionado por los jefes judíos, prefiere aliarse a
sus odiados enemigos y firma la sentencia de muerte contra Jesús.
Jesús
vive la comprensión y la tolerancia. Al ofrecer el perdón se vacía de todo
sentimiento de rencor y concede a sus enemigos una oportunidad de cambiar.
Seguir
hoy a Jesús que perdona significa para nosotros un esfuerzo por vivir la
comprensión y la tolerancia hacia las
fallas y ofensas de los demás.
Seguir
hoy a Jesús que perdona significa para nosotros vaciarnos de todo sentimiento
de rencor y conceder a nuestros ofensores una oportunidad de cambiar.
Hoy
estarás conmigo en el paraíso
El
ladrón es una persona que ha dedicado su vida a vivir despojando a los demás y
entiende que por ello su vida tiene que terminar de mala manera. Tiene el mismo
sufrimiento que Jesús y que el otro ladrón
Pero
ha oído hablar de Jesús, como alguien especialmente bueno, y por ello toma la
defensa de Jesús ante los reclamos que le hace el otro ladrón.
En
su angustia mortal, intuyendo en el crucificado que está a su lado, una
personalidad fuera de serie, le suplica que le conceda una parte en u reino.
Jesús
da fortaleza a aquel criminal, prometiéndole que ese mismo día serán compañeros
en el paraíso de la felicidad
Seguir
a Jesús que fortalece la esperanza de aquel malhechor ha de significar para
nosotros abrir los ojos y los oídos para descubrir a las personas que en este
momento se encuentran desesperanzadas.
Seguir
a Jesús que fortalece la esperanza de aquel malhechor ha de significar para
nosotros, en nombre de Jesús abrir nuestra boca para brindar consuelo y
esperanza a los desesperanzados.
Ahí
tienes a tu hijo, ahí tienes a tu madre
La
Escritura no hace mención de José, el padre de Jesús durante su ministerio, lo
que nos lleva a pensar que María no tenía esposo durante la actividad pastoral
de Jesús.
Para
quien toma conciencia de lo que significa el clan le resulta fácil comprender
en qué sentido son hermanos de Jesús las personas que se mencionan como tales.
Esto
nos lleva a pensar en el desamparo en que queda María ante la muerte de Jesús:
no tiene marido, ni hijos directos. Asimismo Juan, al parecer muy joven y muy
ligado a Jesús queda también en el desamparo.
Desde
la cruz, Jesús vela por la situación de su madre desamparada y busca una
solución y de igual manera busca un amparo y protección para su amigo.
Seguir
a Jesús hoy ha de significar para nosotros dirigir la mirada hacia las mujeres
que sufren hoy, por la pérdida de sus hijos, por la muerte de sus maridos, por
los graves problemas que viven sus hijos y por la falta de oportunidades para
ellos.
Seguir
a Jesús hoy ha de significar para nosotros acompañar a las madres abandonadas y
ayudarlas a encontrar solución para sus problemas.
Seguir
a Jesús hoy ha de significar para nosotros estar atentos a la problemática que
bien los jóvenes, tanto por el desempleo, como por la falta de oportunidades de
estudiar y de recrearse, como por el acoso de la violencia y el rimen
organizado.
Seguir
a Jesús hoy de significar para nosotros escuchar, acompañar a los jóvenes para
que encuentren solución a sus difíciles problemas.
Dios
mío, Dios mío ¿por qué me has abandonado?
Todo
su ministerio ha estado acompañado de personas, tanto los que vienen a escuchar
sus enseñanzas, como los que esperan que los apoye en sus necesidades.
Ha
entrado a la ciudad de Jerusalén acompañado de un grupo de discípulos que lo
proclaman como hijo de David, pero que en este trance no dejan ver, sólo un
pequeño grupo de mujeres que se mantienen a distancia.
Ahora,
en el momento decisivo, Jesús se encuentra sólo frente la piquete de soldados
que vigilan la crucifixión.
Con
amor apasionado al Padre Jesús manifiesta su queja por el desamparo en que se
encuentra. Alguien dice que está recitando el salmo que lleva ese título.
Seguir
a Jesús que se queja de su desamparo ha de significar para nosotros acompañar y
apoyar a los ancianos abandonados por su familia y por la sociedad y brindarles
el amparo que Dios ofrece a través de nosotros.
Seguir
a Jesús que se queja de su desamparo ha de significar para nosotros acompañar y
apoyar a los migrantes que tienen que enfrentar sin apoyos el duro camino para
obtener una real fuente de vida digna.
Seguir
a Jesús que se queja de su desamparo ha de significar para nosotros acompañar y
apoyar a las personas que tienen otra preferencia sexual y ayudarlos a evitar
el rechazo de que son víctimas por parte de la sociedad, y en algunos casos,
hasta de los cristianos.
Tengo sed
El
crucificado sufre una profunda deshidratación: los latigazos, la coronación de
espinas el tener que recorrer el camino hacia el suplicio y el rigor del sol de
mediodía han agotado las fuerzas de Jesús.
En
su agonía manifiesta su grave sufrimiento a causa de la deshidratación.
Hoy
mucha gente, sobre todo en África, (Me tocó observarlo en Mozambique), tiene
que recorrer grandes distancias, a pie, para poder obtener el agua para las
necesidades básicas.
Saciar
la sed de Jesús hoy nos compromete a hacer un uso racional del agua: no gastar
en nuestro aseo más de lo necesario.
Saciar
la sed de Jesús hoy nos compromete a cuidar y mantener limpios las fuentes y
canales de agua.
Todo
está cumplido.
Jesús
ha enseñado a entender que el Padre nos ha dado unas leyes para que sirvan a la
vida y a la persona. Ha cumplido la misión del Padre.
Jesús
ha enseñado que el templo es lugar donde nos vamos haciendo hijos de Dios y
hermanos unos de otros. Con esto ha cumplido la misión que el Padre le
encomendó.
Jesús
ha recatado la dignidad de los pobres, como aquellos a quienes el Padre ofrece
su reino. . Con esto ha cumplido la misión que el Padre le encomendó.
Jesús
ha rescatado la dignidad de la mujer y la ha integrado en su equipo pastoral y
en su misión. Con esto ha cumplido la misión que el Padre le encomendó.
Jesús
ha mostrado su amor compasivo para con todos los que son víctimas de una
religión excluyente. . Con esto ha cumplido la misión que el Padre le
encomendó.
Seguir
a Jesús que todo lo ha cumplido implica para nosotros el esfuerzo permanente en
la lucha permanente por colaborar a que se construya el Reinado de Dios, un
mundo de mor, de justicia, de paz y de verdad
En
tus manos encomiendo mi espíritu
Cumplida
la misión recibida del Padre sólo le queda a Jesús, el entregarse totalmente en
las manos del Padre.
Que
nuestra vida sea también una entrega total al Padre en la realización que nos
encomienda.
CCR