Para anunciar el evangelio
Hoy 08 de diciembre del 2012 se cumplen 37 años de que el papa Pablo VI publicó la exhortación apostólica: “Para anunciar el Evangelio” que, a pesar del tiempo transcurrido nos ofrece luces para nuestro trabajo de hoy.
Hice un extracto del documento y espero irlo publicando un capítulo por semana
El contenido del documento es este:
Introducción
Capítulo 1: Del Cristo evangelizador a la Iglesia evangelizadora
Capítulo 2: ¿Qué es evangelizar?
Capítulo 3: Contenido de la Evangelización
Capítulo 4: Medios de Evangelización
Capítulo 5: Los destinatarios de la Evangelización
Capítulo 6: Los agentes de la Evangelización
Capítulo 7: Bajo el dinamismo del Espíritu
Capítulo 1
DEL CRISTO EVANGELIZADOR A LA IGLESIA EVANGELIZADORA
Testimonio y misión de Jesús
6. El testimonio que el Señor da de Sí mismo "Es preciso que anuncie también el reino de Dios en otras ciudades" "porque para esto he sido enviado" "El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ungió para evangelizar a los pobres".
Proclamar de ciudad en ciudad, sobre todo a los más pobres, el gozoso anuncio del cumplimiento de las promesas y de la Alianza propuestas por Dios, tal es la misión para la que Jesús se declara enviado por el Padre.
Todos los aspectos de su Misterio -la misma Encarnación, los milagros, las enseñanzas, la convocación de sus discípulos, el envío de los Doce, la cruz y la resurrección, la continuidad de su presencia en medio de los suyos- forman parte de su actividad evangelizadora.
Jesús primer evangelizador
Jesús mismo, Evangelio de Dios ha sido el primero y el más grande evangelizador. Lo ha sido hasta el final, hasta la perfección.
El anuncio del reino de Dios
8. Cristo, en cuanto evangelizador, anuncia ante todo un reino, el reino de Dios. Solamente el reino es pues absoluto y todo el resto es relativo.
El anuncio de la salvación liberadora
9. Como núcleo y centro de su Buena Nueva, Jesús anuncia la salvación, ese gran don de Dios que es liberación de todo lo que oprime al hombre, pero que es sobre todo liberación del pecado y del maligno, dentro de la alegría de conocer a Dios y de ser conocido por El, de verlo, de entregarse a Él. Todo esto tiene su arranque durante la vida de Cristo, y se logra de manea definitiva por su muerte y resurrección; pero debe ser continuado pacientemente a través de la historia
A costa de grandes sacrificios
10. Este reino y esta salvación pueden ser recibidos por todo hombre, como gracia y misericordia; pero a la vez cada uno debe conquistarlos con la fuerza., Pero, ante todo, cada uno los consigue mediante un total cambio interior, una conversión radical, una transformación profunda de la mente y del corazón.
Predicación infatigable
11. Cristo llevó a cabo esta proclamación del reino de Dios, mediante la predicación infatigable.
Signos evangélicos
12. Pero El realiza también esta proclamación de la salvación por medio de innumerables signos: enfermos curados, agua convertida en vino, pan multiplicado, muertos que vuelven a la vida y, sobre todo, su propia resurrección.
Y al centro de todo, el signo al que El atribuye una gran importancia: los pequeños, los pobres son evangelizados, se convierten en discípulos suyos, se reúnen "en su nombre" en la gran comunidad de los que creen en El.
Hacia una comunidad evangelizada y evangelizadora
13. Quienes acogen con sinceridad la Buena Nueva, mediante tal acogida y la participación en la fe, se reúnen pues en el nombre de Jesús para buscar juntos el reino, construirlo, vivirlo. Ellos constituyen una comunidad que es a la vez evangelizadora.
Por lo demás, la Buena Nueva del reino que llega y que ya ha comenzado, es para todos los hombres de todos los tiempos. Aquellos que ya la han recibido y que están reunidos en la comunidad de salvación, pueden y deben comunicarla y difundirla.
La evangelización, vocación propia de la Iglesia
"Nosotros queremos confirmar una vez más que la tarea de la evangelización de todos los hombres constituye la misión esencial de la Iglesia" una tarea y misión que los cambios amplios y profundos de la sociedad actual hacen cada vez más urgentes.
Evangelizar constituye, la dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Ella existe para evangelizar, es decir, para predicar y enseñar, ser canal del don de la gracia, reconciliar a los pecadores con Dios, perpetuar el sacrificio de Cristo en la santa Misa, memorial de su muerte y resurrección gloriosa.
La Iglesia inseparable de Cristo
16. Existe por tanto un nexo íntimo entre Cristo, la Iglesia y la evangelización. Mientras dure este tiempo de la Iglesia, es ella la que tiene a su cargo la tarea de evangelizar. Una tarea que no se cumple sin ella, ni mucho menos contra ella.
¿Cuál consideró Jesús que era su misión?
¿Qué fue lo que Jesús anunció?
¿Cuál es el núcleo central del anuncio de Jesús?
¿Con qué actitud realizó Jesús su misión?
¿Qué acompañó el anuncio de Jesús?
¿Qué espera Jesús de los que han recibido la Buena Nueva del Reino?
¿Cuál es la tarea esencial de La Iglesia?
¿Qué luces nos da este capítulo para realizar mejor nuestra Evangelización?
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