Con frecuencia reducimos la experiencia de fe cristiana a una serie de prácticas religiosas. La conciencia de ser participantes de la misión de Jesús es escasa o nula en el pueblo de Dios
La práctica de la misión de la Iglesia la realizan o por lo menos la dirigen, los ministros ordenados y esta práctica por lo general gira en torno al Templo.
Hacemos nuestro trabajo casi exclusivamente para atender a los de nuestra Iglesia o comunidad; pocos son los que se abren para llevar la misión más allá de nuestras fronteras
El misterio de Jesús glorioso se contempla desde tres aspectos: Jesús que después de crucificado vive de una manera nueva (la Resurrección), Jesús que termina su misión terrestre (la Ascensión), y Jesús que envía el Espíritu Santo sobre los discípulos para que continúen la misión (Pentecostés)
Celebramos hoy la fiesta de la Ascensión y las lecturas nos hablan de que la comunidad de discípulos formamos el cuerpo de Jesucristo y que El es la Cabeza de este cuerpo.
La vida y la actividad de la Iglesia tienen que estar siempre en referencia y en continuación con la vida y la misión de Jesucristo.
Lo propio de un cuerpo es que haya diversidad de miembros y unidad en la acción.
Esto implica que en la comunidad de discípulos, todos sin excepción tenemos una actividad que realizar y que ninguna actividad es mejor que las demás puesto que todos somos parte del mismo cuerpo y cada actividad tiene un valor en sí misma.
Implica también que haya elementos mínimos comunes para todos: lo esencial de lo que hemos de creer, lo esencial de lo que hemos de esperar (En el culto y la vida de oración) y lo esencial de lo que tenemos que practicar.
Para continuar la misión de Jesucristo el Evangelio de Marcos nos recuerda que es Jesús resucitado el que envía a la comunidad de discípulos. El encargo de Jesús es que los discípulos, de ayer y de hoy, seamos mensajeros de Buenas noticias con hechos y con palabras, que con toda nuestra vida llevemos a los hermanos el Consuelo y la Esperanza que vienen de Jesús.
Los demonios de que habla el Evangelio son aquellos graves males que atormentan a las personas y cuyo origen no entendemos.
Las lenguas nuevas significan el nuevo modo de expresarnos y de tratar a los demás que nos vienen por el hecho de seguir a Jesucristo.
Los milagros son toda la novedad que representa el bien que hemos de hacer los seguidores de Jesucristo y que otros no hacen y que por su novedad hace que los demás se queden maravillados.
En este 2012 tenemos que tener conciencia de que por nuestro bautismo formamos parte del cuerpo de Jesucristo y que cada uno, por pequeño que sea tiene que ayudar a que la buena Noticia de Jesús llegue a todos.
Tenemos que cambiar nuestro estilo moralista (tienes que hacer esto) por una manera de ser que lleve a todos el Consuelo y Esperanza que vienen de Jesús
Con Jesús tenemos que romper las barreras que impiden acercarnos a los demás, tenemos que vivir un verdadero y respetuoso ecumenismo, sin negar lo que somos.
Tenemos que esforzarnos por valorar las diferencias que tenemos con los demás y aprovecharlas, no para confrontarnos, sino para enriquecernos y colaborar.
Tenemos que buscar los medios y canales para que se dé la colaboración sobre todo en el apoyo a los más débiles y necesitados y para la práctica de la justicia y la caridad. Hagamos propuestas CCR
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