Para Dios todos sus hijos están vivos
Acostumbramos
manifestar nuestra fé en la resurrección rindiendo culto a nuestros difuntos
por medio de oraciones, altares dedicados a su memoria y visita a los
cementerios.
Sin
embargo el culto y la memoria de los fieles difuntos se reduce a un día o si
acaso al mes de Noviembre. Rara vez este culto y esta memoria nos lleva mejorar
nuestra vida y nuestro trato con los vivos.
En
el contexto de este mes de Noviembre, dedicado a la memoria de los fieles
difuntos, las lecturas de este día nos presenta aspectos que nos ponen a tono con
la realidad de la vida y de la muerte.
En
la primera lectura encontramos el testimonio heroico y edificante de una madre
y de sus siete hijos, que entregan la vida antes que rendirse a los caprichos
del emperador de turno.
Es
un relato típico de la literatura popular; tiene además una gran fuerza
simbólica. El número siete simboliza perfección y plenitud.
La
familia representa la unidad que debe mantener el pueblo. La mujer y sus hijos
representan al pueblo de Israel frágil, inocente e indefenso.
El
relato deja varias enseñanzas: Hay que morir antes que quebrantar el proyecto
de Dios. Dios tiene compasión del que muere por su causa. Los que mueren por la
causa de Dios resucitarán a una vida eterna en sus cuerpos mortales.
Para
comprender mejor el relato del Evangelio conviene tomar en cuenta que tener
muchos hijos en Palestina era considerado una bendición del cielo; morir sin
hijos, la mayor de las desgracias.
Para
evitar esto último, el libro del Deuteronomio establecía la ley del levirato que
buscaba que la viuda sin hijos no quedara desamparada, sino protegida por uno
de sus cuñados
Los
saduceos que en este texto se acercan
a Jesús, eran el partido de los ricos. Lo formaban los sumos
sacerdotes, los senadores y los grandes
terratenientes de Palestina.
Eran
un partido conservador en lo
religioso y en lo político, pues tenían mucho que conservar: El poder, el
dinero, los privilegios y honores. Ellos vivían bien, mejor que nadie
No
aceptaban la resurrección. Lo importante para ellos era el dinero, y más allá
de la tumba, el dinero no tiene valor alguno.
Además,
si no había más vida que ésta, eso significaba que contaban con la benevolencia
de Dios.
Ellos
plantean a Jesús una propuesta capciosa presentando que el cumplimiento de la
ley de Moisés impide que sea realidad la resurrección
La
respuesta de Jesús sigue dos caminos. Por un lado, no acepta que el estado del
hombre resucitado sea una copia del estado presente.
La
procreación es necesaria en este mundo, a fin de que vayamos tomando conciencia, a través de la multiplicación
de la raza humana, de las inmensas posibilidades que lleva en su seno
No
existiendo la muerte, en el siglo futuro, no será ya necesario asegurar la
continuidad de la especie humana mediante la procreación.
La
respuesta de Jesús indica que la reproducción humana tiene sentido en esta
vida, pero en la otra vida no ya que el género humano no se reproducirá y por
ello el planteamiento que le hacen a Jesús es falso.
Jesús
declara además que Dios es Dios de vivos porque para Él todos están vivos. Dios
no quiere hijos muertos.
Creer
en la Resurrección implica para nosotros ponernos a tono con el Dios de la vida, el Dios de vivos luchando contra todas las situaciones de
muerte.
Creer
en la Resurrección de Jesús y en la nuestra, implica para nosotros la decisión
de mantenernos unidos a Jesús en la lucha por anunciar y construir el Reinado
de Dios
Creer
en la Resurrección, recordar a nuestros difuntos implica para nosotros
agradecer a Dios y a ellos el haber disfrutado de su vida, de su presencia y de
su cariño
Creer
en la Resurrección, recordar a nuestros difuntos implica para nosotros guardar
su memoria de modo que nos estimule a seguir haciendo el bien como aprendimos
de ellos
Creer
en la Resurrección, recordar a nuestros difuntos, implica para nosotros evitar
en nuestra vida de hoy los errores, descuidos o malos tratos que tuvimos con
nuestros difuntos.
Creer
en la Resurrección, recordar a nuestros difuntos implica para nosotros luchar
para que todos los hermanos que aún están en esta vida tengan una buena calidad
de vida.
Noviembre
05 del 2016
Cosme
Carlos Ríos
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